jueves, 28 de enero de 2010

Para refundar Haití tenemos que pensar en grande

Entrevista a Susy Castor, por Blanche Petrich / La Jornada (Veracruz)

PUERTO PRÍNCIPE, 24 de enero.- Reconstruir, o más bien reinventar Haití. Sí, pero qué tipo de país queremos refundar: una nación bajo tutela internacional o una donde los haitianos tomemos las decisiones. Esta es la disyuntiva hoy, reflexiona la historiadora Susy Castor, dirigente de la Organización Política en Lucha y fundadora del Cresfed, el think tank haitiano.
Pero no sólo ella le da vueltas al tema. Muchos viven estos días un proceso intenso de análisis y discusión: líderes políticos de oposición, intelectuales, profesionistas de todas las ramas, cuadros técnicos, todos sueñan en voz alta. Todos aportan ideas para darle forma al Haití que debe renacer de sus ruinas. La coalición Alternativa Patriótica para el Progreso y la Democracia prepara ya una propuesta, trabajando intensamente para consensuarla con el mayor número de fuerzas sociales y políticas del país.

Fronteras abiertas para los haitianos

Por John M. Ackerman: La Jornada (Veracruz) / Foto: José Emperador

Los muros del nuevo orden mundial son igual de ominosos que los muros del extinto socialismo real. Antes se criticaba ferozmente a los países que no dejaban a sus ciudadanos salir de sus fronteras para conocer el mundo de la libertad (the free world). En contraste, hoy nadie se atreve a poner en cuestión que los haitianos estén enjaulados en su isla destruida y se vean forzados a pelearse entre sí por las migajas de comida que caen del cielo.

Los numerosos puentes aéreosque se han establecido para enviar la ayuda a Haití tienen un solo sentido. El apoyo fluye hacia a Haití, pero a los haitianos no se les permite viajar en sentido contrario.

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domingo, 24 de enero de 2010

Ni las réplicas impiden el aumento de donaciones y ayuda

Por José Manuel Moreno / Fotografía: José Emperador


PUERTO PRÍNCIPE, 21 de enero.- Hoy hemos tenido de nuevo algunos sustos porque parece que las réplicas no terminan y en un momento del mediodía hemos salido corriendo hacia el patio porque el suelo se movía. Justo en ese momento hablaba con la compañera de Progressio Jo Barret cuando sentimos como un mareo y escuché a la gente pidiendo que saliéramos del edificio. Ya empieza uno a tener una especie de pánico que se acentúa cuando vemos que las grietas se han hecho más grandes y que hasta la vibración de los aviones te da la sensación que hace mermar la estructura de este edificio.